El emprendimiento en España ofrece muchas posibilidades, pero también conlleva retos importantes. Elegir entre ser autónomo o constituir una empresa es una de las decisiones clave que determinarán tu camino profesional. Esta guía completa está diseñada para responder a las preguntas más frecuentes sobre el proceso de darse de alta, las obligaciones fiscales y cuándo es mejor optar por una empresa. ¡Sigue leyendo para tomar decisiones informadas!
¿Cómo trabajar como Autónomo?
Para comenzar como autónomo en España, el primer paso es registrarte en la Agencia Tributaria, lo que implica presentar el Modelo 036 o 037. Este trámite establece tu alta fiscal, identifica la actividad económica que desarrollarás y define si tu negocio está sujeto a IVA e IRPF. Posteriormente, tendrás que registrarte en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social, donde se calcula tu cuota mensual según los ingresos netos estimados. Es importante llevar un control riguroso de tus ingresos y gastos desde el principio, ya que necesitarás presentar declaraciones trimestrales de IVA y pagos fraccionados de IRPF.
La nueva normativa de cotización por ingresos reales ha traído cambios significativos para los autónomos. En 2024, las cuotas oscilan entre 230€ y más de 500€ al mes, dependiendo de tus rendimientos netos. Además, si es tu primera vez como autónomo, puedes beneficiarte de la tarifa plana de 80€ durante 12 meses. Este sistema busca equilibrar la carga para los autónomos con menos ingresos, pero requiere una planificación financiera adecuada para evitar sorpresas cuando tus ingresos aumenten y la cuota se ajuste.
¿Ventajas y desventajas de ser autónomo?
6. Ventajas de ser autónomo
Tú decides cuándo trabajar y puedes adaptar tus horarios a tu vida personal.
Tienes control absoluto sobre las decisiones y la dirección de tu negocio.
Aprendes habilidades de gestión, resolución de problemas y toma de decisiones.
Tus ganancias dependen de tu esfuerzo, sin límites salariales preestablecidos.
Tienes la oportunidad de trabajar en lo que te apasiona y elegir los proyectos que más te interesen.
Los logros y éxitos son totalmente tuyos, lo que genera satisfacción y orgullo.
6. Desventajas de ser autónomo
Los ingresos pueden ser irregulares, dependiendo de los clientes y proyectos.
Gestionar impuestos, facturas y otros trámites legales requiere tiempo y conocimientos adicionales.
No cuentas con seguro médico, vacaciones pagadas ni otros beneficios de empleados.
Al ser responsable de todo, puedes enfrentar jornadas largas y estrés continuo.
Al ser autónomo, el trabajo puede invadir tu tiempo personal y familiar.
Sin el respaldo de una empresa, los recursos económicos y materiales suelen ser más limitados.
¡Pluriactividad!
¿Beneficios de ser autónomo y asalariado?
Es posible trabajar como autónomo y por cuenta ajena al mismo tiempo, algo conocido como pluriactividad. Para hacerlo, debes darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) mientras mantienes tu empleo asalariado. Esta combinación te permite disfrutar de los beneficios de ambos mundos: un ingreso fijo por tu empleo y la posibilidad de desarrollar tu proyecto personal. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que deberás cumplir con las obligaciones fiscales y cotizar en ambos regímenes.
La pluriactividad también ofrece ventajas económicas. Por ejemplo, existen bonificaciones en la cuota de autónomos durante los primeros años, y si tus cotizaciones totales en el régimen asalariado y como autónomo superan ciertos límites (15.266€ en 2024), puedes solicitar la devolución del exceso a la Seguridad Social. Además, al cotizar en ambos regímenes, puedes mejorar tus prestaciones futuras, como la jubilación o las bajas por incapacidad, aunque esto también puede suponer una mayor carga administrativa.
¿Cuándo es el momento de pasar de autónomo a crear una empresa?
Uno de los principales factores que indican que es hora de crear una SL es el volumen de tus ingresos. Si tus beneficios anuales superan los 40.000€, una SL puede ser más ventajosa debido al tipo impositivo fijo del 15% en el Impuesto de Sociedades durante los dos primeros años, frente a los tramos progresivos del IRPF. Además, si tu negocio implica riesgos económicos o legales, una SL protege tu patrimonio personal, ya que solo respondes con el capital aportado a la sociedad (mínimo 3.000€).
Otro motivo para cambiar a una SL es la necesidad de expansión. Si necesitas contratar empleados, atraer inversores o trabajar con grandes empresas, una SL te ofrece mayor credibilidad y profesionalización. Aunque la gestión contable y fiscal es más compleja y costosa, las ventajas en términos de crecimiento y seguridad pueden compensar estos inconvenientes. Por ello, este cambio suele darse cuando el negocio alcanza cierta estabilidad y proyección a largo plazo.
¿Cómo crear una empresa? Pasos a seguir.
1. Definir la Idea de Negocio
Clarifica tu visión, identifica tu público objetivo y analiza la viabilidad económica del proyecto.
2. Elaborar un Plan de Negocio
Incluye objetivos, estrategias de marketing, análisis financiero y previsión de ingresos y gastos.
3. Elegir la Forma Jurídica
Decide si operarás como autónomo, sociedad limitada (SL), sociedad anónima (SA) u otra figura jurídica según tus necesidades.
4. Registrar el Nombre de la Empresa
Verifica y registra el nombre comercial en el Registro Mercantil para asegurar su disponibilidad.
5. Solicitar el Certificado Digital
Obtén tu certificado para realizar trámites electrónicos oficiales.
6. Abrir una Cuenta Bancaria Empresarial
Crea una cuenta a nombre de la empresa para gestionar ingresos y gastos.
7. Constituir la Empresa
Redacta los estatutos, formaliza la escritura pública ante notario y regístrala en el Registro Mercantil.
8. Solicitar el NIF Provisional
Obtén el Número de Identificación Fiscal para operar de manera legal.
9. Darse de Alta en Hacienda y Seguridad Social
Inscribe la empresa en el Censo de Empresarios y solicita el alta en el régimen correspondiente.
10. Obtener Licencias y Permisos
Verifica qué autorizaciones necesitas según la actividad y localización de tu negocio.
11. Contratar un Seguro
Verifica qué autorizaciones necesitas según la actividad y localización de tu negocio.
12. Diseñar tu Imagen de Marca
Crea un logo, define tu identidad corporativa y prepara materiales promocionales.
13. Lanzar tu Negocio
Publicita tu empresa, establece tu presencia online y comienza a operar.
14. Contar con Asesoramiento Continuo
Contrata un servicio profesional como Asesoría La Llave para mantener tu empresa en regla y optimizar su crecimiento.
¿Qué implicaciones fiscales tiene ser autónomo o tener una empresa?
Como autónomo, tributas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a través de tramos progresivos, lo que significa que cuanto más ganas, mayor es el porcentaje que pagas, llegando hasta el 47%. También debes presentar declaraciones trimestrales de IVA e IRPF, lo que añade una carga administrativa significativa. Sin embargo, tienes la posibilidad de deducir muchos gastos directamente relacionados con tu actividad.
En una empresa, el principal impuesto a pagar es el de Sociedades, con un tipo fijo del 15% durante los dos primeros años y del 25% a partir de entonces. Si decides retirar dividendos, estos tributan en tu IRPF como rendimiento del capital, lo que puede implicar una doble imposición. Aunque el régimen fiscal de una SL es más favorable para negocios con ingresos altos, la gestión contable es más compleja y suele requerir la ayuda de un gestor especializado.
¿Cómo gestionar el tiempo y las finanzas entre ambas modalidades?
Si eres autónomo, mantener tus finanzas organizadas es esencial. Separa tus cuentas personales de las del negocio y utiliza herramientas digitales como Factusol o Quipu para gestionar tus facturas y gastos. Además, planifica pagos trimestrales de impuestos para evitar imprevistos y destina un porcentaje fijo de tus ingresos a un fondo de emergencia.
Para propietarios de una SL, la clave está en delegar tareas administrativas y fiscales a un gestor profesional. Esto te permitirá centrarte en el crecimiento del negocio mientras cumples con las obligaciones legales. También es importante planificar tus reinversiones y retiradas de beneficios para maximizar la rentabilidad y minimizar el impacto fiscal.
Tanto ser autónomo como crear una empresa tienen ventajas e inconvenientes que dependen de tus ingresos, objetivos y tolerancia al riesgo. Conocer en profundidad cada opción te permitirá tomar decisiones informadas y construir un negocio sólido. ¿Estás listo para emprender? ¡Elige tu camino y comienza hoy mismo!